El duelo es un proceso emocional y físico mediante el cual podemos avanzar en nuestra vida, dicho proceso puede estar relacionado con la pérdida de un ser querido, lo cual lleva asociado bastante sufrimiento.
Ese dolor nos afectara en diversos ámbitos pudiendo llegar a empañar todos nuestros pilares fundamentales cuanto más cercana o significativa sea la persona o ser querido. Si esa persona estaba implicada en muchas facetas de nuestra vida y formaba parte de nuestros futuros, todas aquellas áreas se verán afectadas de una forma u otra.
En ocasiones podemos ver como el duelo puede conducir al aislamiento social, situación transitoria dado que necesitamos refugiarnos en la soledad y el silencio, claro, para poder despedirnos, cerrar esa etapa, para poco a poco volver a conectar con nuestro mundo pero eso sí, ya sin esa persona… Un dolor tan hondo, tan inexplicable.

Una vez se avanza en la vida, añadimos experiencias y eventos vitales junto con nuevas relaciones que se construyen alrededor de dicho dolor, formando un nuevo armazón que da sostén y apoyo.
Los psicólogos hablamos de 5 fases que describen los estados emocionales por los que podemos pasar:
Negación, Ira, Culpa, Tristeza y por último Aceptación.
Cada persona vivirá estas emociones pero tendrá una duración diferente por diversos factores externos e internos, por su historia de vida y sus circunstancias actuales.
Trabajaremos con nuestros pacientes con el fin de que lleguen a conseguir un día en el que puedan recordar a la persona fallecida con serenidad, recordando momentos entrañables, apreciando el tiempo que caminaron juntos. La pena no se irá, buscaremos que remita su intensidad, trabajaremos por la estabilidad de las emociones y la capacidad de convivir con ello de la manera más saludable posible.

¿Qué no es duelo?
Olvidar a los seres queridos o borrarlos como si no hubieran existido.
¿Hay más tipos de duelo?
Si, un duelo puede referirse a distintas pérdidas, desde cosas que no pudimos hacer o disfrutar en el pasado hasta la aceptación de las perdidas en diversos ámbitos que conlleva la edad o padecer una determinada enfermedad.
Incluso la perdida de una mascota, es motivo de duelo en muchos casos, esto es algo a tener en cuenta ya que en ocasiones estos amigos “más o menos peludos” nos acompañan en el día a día, de forma muy cercana e incondicional.
¿Qué ocurre si un duelo no se gestiona bien?
Se puede complicar impidiendo a la persona ser funcional en su vida diaria, llegando a necesitar el apoyo extra que puede proporcionar un equipo de psicólogos y psiquiatras.
La función del equipo de psicólogos y psiquiatras consiste en proporcionar apoyo y sostén, de forma parecida a como lo hacen los ruedines en una bicicleta, el objetivo final es que la persona pueda valerse por si misma llevando las riendas de su propia vida.

Francisco Díaz y Almudena Lebrero.
Psicólogo Sanitario
Psicóloga y CoDirectora